Muchas veces es interesante poder escuchar una visión externa sobre nuestra realidad, apreciaciones que son más amplias y libres de cualquier "contaminación" por ser expresadas desde afuera, sin la subjetividad que implica ser partícipes, en una u otra forma, de los procesos que vivimos.
En este sentido, el historiador inglés David Rock, investigador de la vida institucional de nuestro país, explicó en su última visita a la Argentina que hay una persistencia de elementos autoritarios en la sociedad argentina, al hacer un recorrido del autoritarismo en el país desde sus orígenes.
Rock, quien escribió "El autoritarismo en la Argentina" y "Argentina 1516-1987, desde la colonización española hasta Alfonsín", señaló que, si bien la significación del autoritarismo "la encontramos especialmente en las épocas militares; mi impresión es que está muy por detrás de las cosas".
Durante una entrevista con una agencia de noticias aseguró que "los elementos autoritarios son parte de la cultura política argentina".
En este marco, planteó que los elementos autoritarios que persisten "se los reconoce especialmente por el discurso que se usa desde el ejército, los curas, entre grupos ultraderechistas que existen en la sociedad, hay una serie de expresiones discursivas que son reconocibles".
Rock, quien se desempeña como docente en la Universidad norteamericana de California, se encuentra en estos momentos en Buenos Aires por un breve lapso, investigando la comunidad británica en Argentina desde sus comienzos en 1806 y a lo largo de los siglos XIX y XX, y participando en jornadas de la Universidad Di Tella sobre los años 20.
Al vincular el pensamiento autoritario con el catolicismo, se refirió a "la idea de la sociedad orgánica" y remarcó que "tradicionalmente es cierto que la Iglesia católica era una estructura bastante autoritaria y todavía lo es".
Rock se refirió a los años 80 y analizó la presencia de elementos autoritarios en el discurso de distintos sectores sociales: "hasta cierto punto había entrado en movimientos políticos como el peronismo o el radicalismo. Y además, después del 83 había, a pesar de la democracia, pequeños grupos ultraderechistas que usaban el mismo lenguaje de antes", expresó.
Para Rock los orígenes de este tipo de conductas en la Argentina se remontan a los años 20 "cuando estaba surgiendo por primera vez un movimiento autoritario que desembocó en el golpe de estado del 30".
No obstante, recordó la aparición de movimientos derechistas, xenófobos, a fines del siglo XIX, como una reacción contra los inmigrantes, "de rechazo al gringo", y señaló que comenzó con unos escritores de esa época "pero no fue algo autóctono porque ellos tomaron mucho de lo que había pasado en Europa en aquel tiempo". Rock reconoció el origen del autoritarismo en Argentina "después de la Semana Trágica de 1919, cuando surgieron movimientos derechistas autoritarios", como reacción a la revulsión social que proponían los inmigrantes, sobre todo aquellos que importaron movimientos revolucionarios, como el socialismo y el anarquismo.
En este sentido, el historiador inglés David Rock, investigador de la vida institucional de nuestro país, explicó en su última visita a la Argentina que hay una persistencia de elementos autoritarios en la sociedad argentina, al hacer un recorrido del autoritarismo en el país desde sus orígenes.
Rock, quien escribió "El autoritarismo en la Argentina" y "Argentina 1516-1987, desde la colonización española hasta Alfonsín", señaló que, si bien la significación del autoritarismo "la encontramos especialmente en las épocas militares; mi impresión es que está muy por detrás de las cosas".
Durante una entrevista con una agencia de noticias aseguró que "los elementos autoritarios son parte de la cultura política argentina".
En este marco, planteó que los elementos autoritarios que persisten "se los reconoce especialmente por el discurso que se usa desde el ejército, los curas, entre grupos ultraderechistas que existen en la sociedad, hay una serie de expresiones discursivas que son reconocibles".
Rock, quien se desempeña como docente en la Universidad norteamericana de California, se encuentra en estos momentos en Buenos Aires por un breve lapso, investigando la comunidad británica en Argentina desde sus comienzos en 1806 y a lo largo de los siglos XIX y XX, y participando en jornadas de la Universidad Di Tella sobre los años 20.
Al vincular el pensamiento autoritario con el catolicismo, se refirió a "la idea de la sociedad orgánica" y remarcó que "tradicionalmente es cierto que la Iglesia católica era una estructura bastante autoritaria y todavía lo es".
Rock se refirió a los años 80 y analizó la presencia de elementos autoritarios en el discurso de distintos sectores sociales: "hasta cierto punto había entrado en movimientos políticos como el peronismo o el radicalismo. Y además, después del 83 había, a pesar de la democracia, pequeños grupos ultraderechistas que usaban el mismo lenguaje de antes", expresó.
Para Rock los orígenes de este tipo de conductas en la Argentina se remontan a los años 20 "cuando estaba surgiendo por primera vez un movimiento autoritario que desembocó en el golpe de estado del 30".
No obstante, recordó la aparición de movimientos derechistas, xenófobos, a fines del siglo XIX, como una reacción contra los inmigrantes, "de rechazo al gringo", y señaló que comenzó con unos escritores de esa época "pero no fue algo autóctono porque ellos tomaron mucho de lo que había pasado en Europa en aquel tiempo". Rock reconoció el origen del autoritarismo en Argentina "después de la Semana Trágica de 1919, cuando surgieron movimientos derechistas autoritarios", como reacción a la revulsión social que proponían los inmigrantes, sobre todo aquellos que importaron movimientos revolucionarios, como el socialismo y el anarquismo.
1 comentario:
Definitivamente el autoritarismo es un rasgo coyuntural de la sociedad argentina, y digo la sociedad porque no podemos pensar el discurso de ninguna institución como el Ejército y la Iglesia sin unfuerte reconocimiento social, de legitimación de esos discursos y conceptos.
Lamentablemente, la DESAPARICIÓN de Jorge Julio López es un claro ejemplo de que los avatares del autoritarismo nacional, fuertemente ligado a una derecha militar y ultranacionalista, no se extinguieron ni con la democracia del 83 y mucho menos con las insípidas políticas de Derechos Humanos del presidente Kirchner.
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