lunes, octubre 22, 2007

Necrofagia

El asesinato de tres policías en una dependencia del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires es un hecho inédito por la saña y el lugar en el que se cometió.
Quizás el hecho de que haya ocurrido a nueve días de las elecciones sea un dato importante. Quizás no. Lo cierto es que la mayoría de los dirigentes políticos (oficialistas y opositores) se lanzaron a difundir todo tipo de versiones e hipótesis, cada una de ellas acorde a su posición, buscando beneficiarse políticamente.
En el medio, por supuesto, hay tres policías muertos, dos de ellos recientemente recibidos. Tres familias destrozadas. Madres, esposas, hijos y hermanos destrozados. ¿Alguien pensó en ellos? ¿Alguien se detuvo un segundo, en la vorágine de especulaciones y versiones conspirativas, a pensar en ellos?
Parece que no, la proximidad de las elecciones nubló la vista de muchos políticos y, ciegos, se zambulleron en un banquete bizarro: se dedicaron a comerse a los policías muertos, a nutrirse electoralmente de la desgracia de otros, de la muerte de otros, sin importarles un carajo la vida de nadie.
Repasemos algunas declaraciones:
Francisco De Narváez: 'Es un hecho terrible que marca el incremento de la delincuencia. Mi preocupación es que se han robado las armas' (!)
Juan Carlos Blumberg: 'El móvil fue el robo de las armas. Hay un desgobierno total que vive la provincia en materia de inseguridad'.
Jorge Macri: 'La situación se va pudriendo. Todo esto se va deteriorando cada vez más. Como venimos diciendo esto es una manifestación de un sistema que fracasó hace tiempo'
Néstor Kirchner: 'No es casualidad que cuando vamos llegando a una definición electoral aparezcan cosas que definitivamente queremos dejar atrás. Hay muchos intereses y sectores que fueron tocados en esta etapa'.
Florencio Randazzo: 'Creemos que esto tiene una fuerte connotación política, es un crimen mafioso a nueve días de las elecciones para generar inestabilidad (...) No van a impedir que nosotros sigamos avanzando en este proceso de cambio'. Y más tarde: 'le pedimos la mayor seriedad a quienes opinan de este tema' (!!!).
Necrófagos. Cínicos. ¿Sinvergüenzas? También. Eso sí, cada candidato se encargó de pedirle a sus rivales que no utilicen este tema con fines electorales...
De nadie se escuchó una sola palabra sobre la otra hipótesis que maneja la policía y que conforme pasan las horas se hace más fuerte: el Sargento Díaz detuvo hace dos semanas en el mismo predio en el que fue asesinado a cuatro integrantes de una peligrosa banda que operaba en La Plata. ¿Por qué tamaña omisión?
La reacción de la clase política ante este hecho no deja de confirmar lo que ya era más que una sospecha: extraviados, desconectados totalmente de la realidad, nuestros dirigentes aprovecharon el primer hecho de importancia que apareció para hacer campaña, algo que hasta ahora parecían evitar.
La oposición, oportunista, metió el dedo en la llaga de la inseguridad. El gobierno, igualmente oportunista, volvió a utilizar un hecho policial para victimizarse incluso por encima de los propios policías muertos. Rara alquimia producida también hace un año, tras la desaparición de López. En lugar de ser los principales responsables, son las principales víctimas.
Los discursos de todos los dirigentes sobre este tema tienen un elemento en común: la estupidez, la torpeza, la falta de tacto político. La mayoría se sacó la máscara y mostró sus verdaderas intenciones: ganar un voto cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Así haya que practicar la necrofagia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace tiempo que no leía algo tan verdadero, tan sentido y tan valiente. Tiene la potencia de un dicurso de barricada y la belleza de una prosa literaria.